La caza de la perdiz con reclamo se basa en aprovecharnos de
la protección que ejerce la perdiz sobre su territorio, por lo que no
consentirá que ningún ejemplar penetre en su espacio vital (el cazador
introduce a su reclamo enjaulado en el territorio de la perdiz que desea cazar,
para que esta se acerque a alejar al reclamo y poder abatirla). Para proteger
su zona natural emitirá sus cantos para alejar al resto de perdices, elevando
la intensidad del canto cuando mayor es la cercanía del ejemplar invasor, si el
canto no fuera suficiente para que desista el ejemplar invasor la perdiz no
dudará en enfrentarse a su oponente con el pico o los espolones.
La temporada de caza se centra sobre los meses de enero y
marzo, aunque la Comunidad Autónoma donde esté autorizada este tipo de caza
puede variar las fechas de la misma según se encuentre el precelo de la perdiz.
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Este tipo de caza exige al cazador una dedicación constante
a lo largo de todo el año puesto que el jaulero o cuquillero no puede descuidar
a sus reclamos, ofreciéndoles cuidados aunque no se esté en temporada de caza
porque de ellos depende el resultado de caza cuando se alce la veda.
Dependiendo de la parte del día en que se cace el puesto
recibe varias denominaciones puesto de alba, puesto de mañana o sol, puesto de
tarde y puesto de dormida.
La zona donde se situé el puesto debe constar de aguardo
(para el cazador), plaza y pulpitillo (zona elevada donde colocamos la jaula
con la perdiz) donde colocamos en alto a nuestra perdiz enjaulada. La ubicación
del aguardo o puesto es básica para que la caza sea efectiva ya que la luz del
Sol debe quedar al dorso del cazador para evitar el brillo que se produciría
sobre el arma si tuviéramos el Sol de frente, con el consiguiente recelo de la
Perdiz.
La jaula con la Perdiz se debe ubicar a unos 20 metros de la
tronera, que es la ubicación desde donde asoman los cañones de la escopeta. La
plaza es la zona entre la tronera y el pulpitillo, con una forma de semicírculo
cuyos extremos irán en los laterales del pulpitillo. La zona de la plaza debe
estar libre de piedras y elementos que puedan herir a nuestro reclamo por
rebote de perdigones e impedirnos la visibilidad, la limpieza de la plaza se
realizará unos días antes para que la perdiz no recele a penetrar en la plaza,
esta tarea debe realizarse extremadamente bien incluyendo el camuflaje del
puesto de caza, haciendo hincapié en una buena colocación del pulpitillo con el
reclamo para que la perdiz que queremos cazar sea sabedora de que tiene un
invasor en su terreno.
Tras realizar la preparación de todos elementos solo queda
ubicarnos en el puesto donde colocaremos la escopeta en la tronera siempre
abierta y sin munición para hacer el mínimo de ruido posible y esperar a que se
acerque nuestra presa.
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